Talca National entre los fundadores de la Tercera División de Chile

TNT en la Tercera
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Alberto González, vicepresidente y director en tres períodos recuerda -entre otros temas- el paso de Talca National por Tercera División “No era una mala idea”
Alberto González, vicepresidente y director en tres períodos recuerda -entre otros temas- el paso de Talca National por Tercera División “No era una mala idea”

En 1979, una fracción de la Federación de Fútbol de Chile (Presidida por Alejandro Sabag Pérez, quien cumplía igual función en ANFA) planteó la idea de formar una comisión que recibiera las postulaciones de clubes interesados en tomar parte de una "Tercera División regionalizada", de nivel amateur, que sirviera como plataforma de ascenso a la entonces llamada Segunda división chilena. Esa División la integraban el mismo Alejandro Sabag y Gustavo Valenzuela por ANFA; y Oscar Lihn con Julián San Miguel, por la Asociación Central ( Actual ANFP).

Veinticinco clubes de la zona central del país manifestaron interés en participar, y fundaron el 10 de diciembre de 1980 la Tercera división chilena. siendo su Presidente: Óscar Olivares Pinto, Vicepresidente: Hernán Ojeda Medina, Secretario: Enrique Pino Willembrink, Tesorero: Martín Hoces Figueroa, Director: Sergio García Vergara, y Secretario Técnico: José Tejos Muñoz.

 

El 5 de abril de 1981 y con 24 participantes, partió en definitiva la competición, que vio como su primer campeón al Fernández Vial, de Concepción, que jugó de local durante este campeonato en la vecina localidad de Penco.

 

Los clubes fundadores se agruparon en : ZONA NORTE: Grand Prix, de Maipú ( hoy Good Year); Súper Lo Miranda, de Lo Miranda; General Velásquez, de San Vicente de Tagua-Tagua; Deportivo Peumo, de Peumo; Cultural Doñihue, de Doñihue; Iván Mayo, de Vill Alemana; Deportivo Maipo, de Maipo; Unión Llay-Llay, de Llay-Llay (cambió de Nombre al de Inducorn); Defensor Casablanca, de Casablanca; Lautaro, de Buin; Tricolor Municipal, de Paine; y Quintero Unido, de Quintero. Y por la ZONA SUR: el 1° Campeón: Fernández Vial, de Concepción (que jugaba en Penco); Deportes Laja,de Laja; Deportivo Teno, de Teno; Independiente, de Cauquenes; Deportes Victoria, de Victoria; Unión Comercio, de Santa Cruz (hoy Deportes Santa Cruz); Atlético de Molina; Liceo, de Curicó, Atlético Caupolicán, de Rengo; Curicó Unido, de Curicó; Deportivo Parral, de Parral; y Talca National, de Talca (que era local en San Clemente).

 

Como la inscripción en el torneo depende de requisitos deportivos y económicos, muchos de los equipos participantes han dejado de competir a lo largo de los años, dando paso a otras instituciones, lo que ha significado una gran rotación de participantes a lo largo de la historia. De hecho, de los 24 clubes participantes en el primer campeonato, sólo dos (General Velásquez de San Vicente de Tagua Tagua, Unión Comercio de Santa Cruz, hoy con el nombre de Deportes Santa Cruz) participan en la competencia en 2007. Del resto, Fernández Vial y Curicó Unido militan en la Primera división B chilena, mientras que los demás no existen o han regresado a sus asociaciones de origen.

Hasta 1988, la Tercera división acogió equipos de la zona central y centro-sur chilena, entre la V Región por el norte y la IX Región por el sur. Deportivo Rahue y Deportes La Unión extendieron la geografía tercerista hasta la X Región en 1989, mientras que Deportes Ovalle extendió la geografía del campeonato hasta la IV Región. Deportes Copiapó se integró, como reemplazante del desaparecido Regional Atacama en 1999 y la Zona Norte de la Tercera División, con equipos de las tres primeras regiones del país se creó en 2005 para permitir la participación de los descendidos Deportes Arica y Deportes Iquique. Desde 1997 se estipula en las bases del torneo que los equipos deben participar exclusivamente con jugadores sub-23.

En 2007 participan 43 equipos provenientes de regiones entre la I y la X, incluyendo filiales de equipos profesionales (Universidad de Chile, Colo-Colo, Huachipato y Deportes Concepción), que juegan en calidad de invitados (sin posibilidades de ascenso).


Fugaz paso de Talca National por 3a. División

Al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios, reza el antiguo refrán.

 

Eso mismo debe decirse a aquellos que no reconocen lo mucho que costó a Talca National llegar a Tercera División. No fue nada fácil. Unos pocos miraron el proyecto con malos ojos, en especial quienes temían perder una cuota de poder que ostentaron por años.
¿Qué hace pensar que la idea era congruente? Eso es lo que se aquí se pretende explicar.

 

Talca National fue campeón del Torneo Oficial de Talca 1977, cetro que pudo ser otro más de los tantos obtenidos desde la creación de la Asociación local. Pues no, esta vez adquirió mayor resonancia ya que el club obtuvo el derecho representar a Talca en Copa de Campeones que había comenzado a organizar Anfa con auspicio de Diario «La Mañana».

Como tal, el club de la vieja casona intervino en dicho torneo y clasificó Campeón Provincial 1978 al eliminar (en lances de ida y vuelta) a titulares de Maule, Pencahue, Pelarco, etc. Por consiguiente, asistió al cuadrangular  con similares de Curicó, Linares y Cauquenes.

Ya en esta instancia Talca National había formado una gran escuadra que aspiraba trascender las fronteras maulinas. A la sazón, la competencia era fuerte en el ámbito local, y, por extensión, en el regional.

Entonces llegó a la conclusión que había topado techo y lo lógico era seguir escalando posiciones en el concierto nacional. Para ello consideró factores tales como: cierta holgura financiera; local comercial en galería Caracol; bingo electrónico -primero en el Maule con sorteos espectaculares de 10 autos-, eficiente directiva y poderosas seccionales: Viejos Cracks, box y tenis de mesa.

Estaba en la cresta de la ola, en especial en lo deportivo cuando Anfa Nacional (1980) decidió crear una competencia de alto nivel «Tercera División» en la cual participasen clubes de imagen y prestigio con pretensiones de llegar al fútbol profesional por méritos, es decir mediante el ascenso a Segunda División. Talca National postuló y fue aceptado de inmediato.

Además de optar a una posibilidad de ascender, su participación serviría de vitrina a elementos talquinos que no tuviesen acogida en el ámbito profesional como tantas veces ha sucedido aquí.

La idea hasta allí no tenía nada -ni tendría- de irracional como se criticó antes de dar la «batalla». Después no faltaron los generales. Por cierto que el proyecto era oneroso, toda vez que, en el fondo, debía sostenerse una plantilla semi-profesional.

 

La directiva encabezada por Juan Cáceres Bravo, resolvió aceptar el inédito desafío. Se nombró un directorio especial con varias comisiones conformada por médicos, abogados, notarios, contadores, comerciantes, empresarios, etc.

Al capacitado contingente propio, se sumarían elementos de Magallanes gracias a los buenos contactos con Hugo Vidal, amigo del timonel Cáceres. Aquí, se reclutó a varios ex profesionales Sub-24 y tres más sin tope de edad.

El sábado 21 de Diciembre de 1980 se realizó una masiva prueba de jugadores. Algunos provenían de Deportes Linares, otros de San Javier y varios más de clubes talquinos. Conforme a las circunstancias, se conformó un cuerpo técnico compuesto por un entrenador, un ayudante, un preparador físico y un utilero.

Lo malo del asunto es que a Talca National se le negó la sal y el agua. Tuvo escaso apoyo de las autoridades locales. Es más, previendo que podría amagar a Rangers, hubo seria oposición de cierto sector para que el club, que lleva el nombre de la ciudad, jugara en su cuna, en su ciudad. Argumentación increíble e infantil y aunque se sugirieron mil fórmulas para jugar en Talca, no hubo caso. Debió irse a la generosa San Clemente con todo lo que ello significaba.

Al principio, la novedad fue un buen estímulo y el Julio Vergara presentó numerosa asistencia. Pero entrado el mes de mayo llegaron las lluvias, cayó el precio de la remolacha, se agravó la crisis agrícola y ganadera. Es decir, literal y realmente, llegó la época de las «vacas flacas».

Que conste que el equipo estuvo punteando en las primeras fechas del Grupo Sur conformado por Dep. Laja, F.  Vial, Atlético de Molina, Deportes Victoria, U. Comercial de Sta. Cruz, Parral, Curicó, Liceo de Curicó, Caupolicán (Rengo), Independiente (Cauquenes) y Teno. Llegaron a apodarle «derribador de gigantes».

Sin embargo, a medio camino el presupuesto comenzó a tambalear: bajaron las asistencias, viajes costosos; deserciones de jugadores resentidos y atraso en los sueldos. Es  de imaginar lo que sobrevino. Hasta el técnico entró en litigios, acelerando el recambio.
En rigor, el paso del Talca fue fugaz, pero lo de «fracaso» es algo relativo. El equipo fue respetado por otros que sí contaron con apoyo gubernamental de sus ciudades. ¿Qué habría pasado si el «Talca» juega en Talca y  hubiese contado con el apoyo gubernamental y de la comunidad en general?

Algunos recuerdan su paso como amarga experiencia. No obstante, en las reseñas y logros institucionales se señala siempre: «El Talca ha sido el único equipo que ha competido en nombre de la ciudad en Tercera División» (pero jugó en San Clemente)... !Increíble¡


Alberto González, vicepresidente y director en tres períodos recuerda -entre otros temas- el paso de Talca National por Tercera División
“No era una mala idea”

Don Alberto González es uno de los directivos más «transversales» del Talca National pues trabajó en forma estrecha con tres presidentes: Vicente Acuña Parra, Waldo Cáceres Bravo y Juan Cáceres Bravo. Por consiguiente, su relato puede cubrir bastante tiempo, acercándonos a tres décadas: 60, 70 y 80. Sin duda alguna, una persona con quien valía la pena dialogar para rememorar parte importante de la historia blanquiazul.

Confiesa que una diabetes y un tratamiento a la próstata lo tiene algo decaído. Viudo hace 17 años y acostumbrado a intensa actividad deportiva y comercial, se niega a aceptar los avatares del destino y el reposo recomendado por facultativos.

Es muy conocido en el ambiente talquino pues por décadas se dedicó al comercio de artículos e implementos deportivos, actividad que heredó uno de sus hijos.

En tiempos buenos creó y sustentó un club propio durante 16 años: «Deportes Milán» -el mismo nombre de una de sus tiendas-, que compitió varios años en la ex-Rama de Viejos Cracks, iniciativa que abandonaría por onerosa.

Linarense, pero con estudios en Talca, le fue fácil incorporarse al club blanquiazul. Había una razón bastante poderosa para solicitar su pase: su suegro (una leyenda del club) Sofanor Vega Espinoza, se lo solicitó en forma encarecida. Así, jugó montones de años, a veces en Honor (Primera), con el número 4, hasta que llegó a los viejos tercios.

Precisa que su principal cargo lo desempeñó como vicepresidente en el período del abogado Juan Cáceres B.

Agrega que fue director de la Rama de Viejos Cracks, así que cuando se creó esa agrupación propició su ingreso: «Es un hito importante en la historia del Talca por cuanto su estadía allí sería larguísima, casi treinta años, si mal no recuerdo», memoriza.

Estuvo siempre ligado al Talca en los tres directorios ya señalados. Después se alejó de las canchas y ahora, algo enfermo y un poco corto de vista, sólo se impone del deporte a través de la radio.

¿Usted quiso o quiere mucho al «Talca» ?

«Sí, claro, cierto que nací en Linares y fui socio del Comercio -era del gremio, un deber estar inscrito-, pero al Talca siempre lo llevo dentro, estoy interesado de su desarrollo».
¿Sofanor Vega, fue toda una leyenda: capitán del primer equipo, seleccionado talquino, de la zona, campeón de Chile; guapo bravo, las «hacía todas»...

«En efecto, y no tan solo lo quería el ambiente común, sino que tenía mucha llegada en la alta sociedad, no había quién no lo saludara en la calle; caballero, amistoso, etc.»

¿Era muy buen defensa -según publicaciones-?     

«Correcto, cuando se jugaba con tres en el fondo, un gran zaguero, back centro. Ya muy adulto se fue a jugar al Español de Linares. Y su fama, tal como usted dice llegaba lejos. Una vez lo vinieron a buscar de Los Chalacos, club profesional de Lima, pero no quiso irse pues pagaban poco, sólo era por el honor, algo parecido a lo que sucedió con el «Negro» (Héctor) Guerrero, que no quiso ir a Magallanes y que era un conductor de gran técnica. Hoy habría pocos como él: un patrón, jugaba lindo».

¿ Vio jugar a «Pocho» Domínguez?

«Claro, en un torneo en Santa Ana; yo estaba en ese colegio. Eran cinco hermanos. En una temporada todos ellos componían la delantera del «Talca». Jugaba con su típica boinita blanca. Se fue a Colo Colo y fue seleccionado. No estoy seguro si fue uno de los más grandes goleadores que ha tenido el cacique... chupallas que era bueno. Es que Talca ha tenido buenos jugadores, otra cosa es que no se hayan ido».

¿Recuerda la década que cruza los 70 y los 80 ?

«Recuerdo poco porque soy súper desmemoriado. En lo personal, trabajé con Vicente (Acuña Parra) que estuvo algo así como 7 años presidente. Yo era su Vicepresidente y trabajamos muy unidos. Como debía viajar mucho me llamaba para que presidiese las reuniones. Era un hombre muy próspero y trabajador; un gran presidente, muy activo».

¿ Algunos avances con don Vicente?

«En ese tiempo el club tenía un pasar tranquilo; la sede estaba en buen estado así como las canchas interiores, atendíamos los equipos para presentarnos como corresponde y una que otra cosa doméstica, pero en realidad no fue mucho».

¿Y el paso por 3a. División?

«Por cierto, allí sí que trabajamos mucho. Formé parte de la Comisión que se formó para tal efecto. La idea de don Juan (Cáceres) era bastante buena, pero en el fondo derivó en un fracaso, así me parece, ya que se nos fue la plata que teníamos. Más encima todos los directores tuvimos que ponernos firme, en fin, trajimos varios jugadores de San Bernardo (Magallanes). Había que pagarles, atenderlos y lo peor fue que aquí, en Talca -algunos dicen que Rangers- se coludieron para no dejarnos jugar por tanto debimos hacer de local en San Clemente; ¿quién nos iba a ver ?... Al principio iba gente y se llenaba el estadio, por la novedad, y el equipo era bueno. Después vino el invierno, la crisis agrícola -período conocido como el de la vacas flacas-, el problema de las papas, de manera que no se pudo seguir a pesar del empeño, la idea no dio  buenos resultados, pero siempre se recuerda, por algo será».

¿ Una revista en este siglo de vida?

«Muy interesante, un prestigio y una honra para los que somos del Talca; para nosotros que ya pasamos no tanto, pero sí para la gente joven que está en la directiva».

¿Un saludo para el centenario por favor?.

«Con mucho gusto, que lo pasen bien, felicitaciones a la directiva actual; últimamente sus directores han actuado muy ágilmente, son emprendedores. He tenido buenas referencias de don Patricio Rojas, andan bien en los torneos, presentándose con sus series completas, brindando buenas actuaciones. Es un orgullo para uno saber que su club sigue caminando bien, los felicito».